top of page
  • Foto del escritor: Psicotepec
    Psicotepec
  • hace 2 días
  • 1 Min. de lectura

Cuando el dolor es insoportable, la palabra se congela. La cura consiste en devolverle temperatura al relato hasta que algo tiemble.


ree

La anestesia del relato.


El consultorio recibe narrativas congeladas. Historias de violencia contadas con la misma entonación con la que se describe el clima, catálogos de abusos pronunciados sin temblor en la voz. No es frialdad ni indiferencia: es el precio que el psiquismo cobra por mantener al sujeto funcionando. Cuando el dolor supera cierto umbral, la palabra se separa del cuerpo para volverse pura información. Un mecanismo de defensa tan sofisticado como brutal.


Lo que se narra sin afecto no desaparece: queda atrapado en una zona intermedia donde las palabras existen pero no significan realmente. Freud llamó a esto represión, Lacan lo pensó como forclusión del afecto. El trauma habla pero no se siente hablando. Se produce entonces una escisión: el relato avanza mientras la emoción permanece sepultada, intacta, esperando el momento en que pueda finalmente emerger sin destruir al sujeto.


La dirección de la cura apunta precisamente a ese reencuentro. No mediante catarsis forzadas ni dramatizaciones terapéuticas, sino a través de un trabajo minucioso donde el afecto exiliado retorna gradualmente al lenguaje. Cuando el analizante puede finalmente temblar al narrar, cuando la voz se quiebra en el lugar exacto donde antes solo había vacío, algo del orden de la elaboración empieza a acontecer.


Psicoterapia
1h
Reservar ahora

 
 
 
  • Foto del escritor: Psicotepec
    Psicotepec
  • hace 2 días
  • 1 Min. de lectura

Regatean los honorarios del análisis pero pagan sin dudar lo que los mantiene enfermos. El precio incomoda cuando apunta a la verdad.


ree

El precio de la verdad.


Regatean los honorarios del analista con vehemencia casi militante, pero pagan sin chistar la próxima dosis que los destruirá lentamente. Invierten fortunas en masterclasses que prometen transformaciones instantáneas, en coaches que venden certezas prefabricadas, en terapias exprés que garantizan felicidad sin dolor. La paradoja no podría ser más brutal: el sujeto contemporáneo está dispuesto a financiar generosamente aquello que lo mantiene enfermo, pero discute cada peso que podría acercarlo a su propia verdad.


Esta lógica revela algo perturbador sobre el valor asignado al trabajo analítico. Lo que se regatea no es dinero sino implicación: pagar por el análisis es reconocer que algo debe cambiar, que la comodidad actual tiene un costo diferido. El regateo funciona como resistencia disfrazada de pragmatismo económico. Porque es más barato seguir pagando por anestesias que enfrentar el dolor de despertar.


Los honorarios del analista no son solo una transacción comercial sino un posicionamiento ético: el análisis tiene valor porque exige trabajo, tiempo, compromiso. No vende ilusiones ni promesas de sanación mágica. El precio incomoda porque hace visible lo que el sujeto preferiría negar: que su sufrimiento le resulta paradójicamente rentable.


Psicoterapia
1h
Reservar ahora

 
 
 
  • Foto del escritor: Psicotepec
    Psicotepec
  • hace 3 días
  • 1 Min. de lectura

Solo herimos donde fuimos heridos. El desprecio hacia otros es la autobiografía que nos negamos a leer. La crueldad siempre delata.


ree

La herida que hiere.

Devaluamos en otros lo que no soportamos reconocer en nosotros mismos. Como vampiros huyendo de su reflejo, atacamos en el otro precisamente aquello que nos confronta con nuestra propia fragilidad. Esta operación defensiva revela una verdad incómoda: solo herimos donde antes fuimos heridos, solo negamos lo que secretamente anhelamos poseer. La crueldad es siempre autobiográfica.


El mecanismo de la devaluación construye castillos sobre pantanos. Cada acto de desprecio fortalece momentáneamente el yo, pero paradójicamente nos vuelve más dependientes de esa misma operación destructiva. Es como quemar muebles para calentarnos: funciona un instante, pero cada combustión nos deja más pobres, más fríos, más desesperados por encontrar algo más que incinerar.


La clínica contemporánea revela que detrás de cada devaluador sistemático habita un niño no reconocido en su singularidad. El trabajo analítico consiste en crear un espacio donde esa vulnerabilidad pueda emerger sin la necesidad compulsiva de atacar la alteridad del otro. Solo reconociendo nuestra propia herida dejamos de infligirla.

Psicoterapia
1h
Reservar ahora

 
 
 

Let’s Work Together

Plaza Calimaya -18A

Av. Calimaya - San Andrés Km 2.5
52220 San Andrés Ocotlán
Calimaya, Méx.

+52 72 9111-4529

+52 72 2400-3484

  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn
  • Instagram

Thanks for submitting!

bottom of page