- Psicotepec

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No decir puede ser refugio o resistencia. El secreto que te hace único es el mismo que te aÃsla.

El tesoro del silencio.
No decir no es mentir. El silencio del analizante puede ser refugio antes que resistencia: un territorio donde atesora fragmentos de sà que teme perder al pronunciarlos. Hay pensamientos que guardamos como quien esconde monedas bajo el colchón, no por avaricia sino por supervivencia. Decirlo todo amenaza con vaciarnos. Algunas palabras retenidas son el último bastión donde el sujeto se reconoce dueño de algo propio, irreductible a la mirada del otro.
Quien calla para preservarse descubre que el secreto funda identidad. Poseer algo que nadie más conoce genera la ilusión de ser alguien singular, un Otro con mayúscula. El analizante que reserva construye diferencia: yo tengo lo que tú ignoras. Sin embargo, ese tesoro guardado puede convertirse en cárcel. Lo no dicho pesa, ocupa espacio y exige vigilancia constante.
La experiencia analÃtica no busca la confesión total, sino discernir qué silencios protegen y cuáles encierran. El secreto que nos hace únicos puede ser el mismo que nos condena a la soledad.


