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  • Foto del escritor: Psicotepec
    Psicotepec
  • 31 oct 2024
  • 1 Min. de lectura

Actualizado: 14 nov 2024


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En el torbellino de nuestra era digital, donde la inmediatez reina suprema, el psicoanálisis emerge como un bastión de reflexión. Propone un concepto revolucionario en su simplicidad: la pausa. Esta no es una inacción estéril, sino un espacio vital para el florecimiento del pensamiento profundo, un oasis en el desierto de la hiperconectividad.


Esta pausa psicoanalítica nos invita a desacelerar, a sumergirnos en las profundidades de nuestro ser. Es un tiempo precioso para desenterrar esas preguntas incómodas y dolorosas que están enterradas bajo la avalancha de notificaciones y la tiranía de la productividad constante. En este espacio, nuestras preocupaciones más íntimas pueden finalmente respirar, expandirse y ser examinadas con la atención que merecen.


Al abrazar esta pausa, desafiamos la cultura de la disponibilidad perpetua. Reconocemos que la verdadera riqueza de la existencia no reside en la cantidad de respuestas inmediatas que podemos ofrecer, sino en la calidad de las preguntas que nos atrevemos a hacer. El psicoanálisis nos recuerda que en el silencio de la pausa, podemos encontrar las semillas de una comprensión más profunda de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.


 
 
 
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  • 31 oct 2024
  • 1 Min. de lectura

Actualizado: 14 nov 2024


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Los síntomas no son meras señales de enfermedad o disfunción que deben eliminarse. Son manifestaciones significativas que hablan de angustia y resistencia, actuando simultáneamente como mensajes sobre el sufrimiento individual y el malestar social. En el contexto socio-cultural moderno, los síntomas emergen como conflictos condensados que exigen ser escuchados y comprendidos en su complejidad.


La naturaleza dialéctica del síntoma lo convierte tanto en obstáculo como en oportunidad. No es algo que deba eliminarse inmediatamente, sino escucharse y entenderse como una posibilidad de transformación. Las personas buscan ayuda no simplemente porque tienen síntomas - todos los tenemos en una sociedad enferma - sino porque estos se vuelven insoportables, señalando un momento potencial de cambio cualitativo.


Los síntomas son fenómenos históricos que operan en dos niveles: en la biografía personal de cada individuo y en la estructura general de la sociedad. Esta doble naturaleza los convierte en indicadores cruciales del malestar social y en potenciales catalizadores de cambio. La acción política transformadora puede surgir precisamente de la comprensión y articulación de estos mensajes sintomáticos sobre lo que ya no puede continuar como está.


Para profundizar


Parker, I. y Pavón-Cuéllar, D. (2010) Psicoanálisis y Revolución, Pólvora.


 
 
 
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  • 31 oct 2024
  • 1 Min. de lectura

Actualizado: 14 nov 2024


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El psicoanálisis radical no adaptativo se distingue de las prácticas convencionales de la psicología y psiquiatría, que buscan adaptar al individuo a su entorno. En lugar de reconciliar a la persona con una realidad dada, este enfoque explora el conflicto interno en su raíz, sin perder de vista el contexto social y estructural que condiciona nuestras vidas.


Lejos de un propósito terapéutico centrado en la paz interior, este psicoanálisis plantea un desafío: ir más allá de la simple conciliación con uno mismo y con el sistema. Cuestiona cómo nuestra psicología ha sido moldeada por las condiciones de vida modernas, mostrando que el sufrimiento individual no puede desligarse de las estructuras que lo configuran.


Este enfoque no adaptativo permite pensar el psicoanálisis como una práctica de liberación. En lugar de perpetuar la adaptación, abre posibilidades de transformación personal y colectiva, poniendo en evidencia que no estamos condenados a aceptar pasivamente la realidad actual.


El psicoanálisis no adaptativo surge como una herramienta de transformación que supera el simple ajuste al sistema. Liberado de sus vínculos con la adaptación, permite retomar su carácter histórico y radical, y ofrecer una perspectiva que busca comprender el sufrimiento individual en su contexto social, generando así posibilidades de transformación tanto a nivel personal como colectivo.


Para profundizar


Parker, I. y Pavón-Cuéllar, D. (2010) Psicoanálisis y Revolución, Pólvora.


 
 
 
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