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La mezcla imposible de separar.

  • Foto del escritor: Psicotepec
    Psicotepec
  • 20 jul.
  • 2 Min. de lectura

Verdaderos encuentros: ya no sabés qué era tuyo. Immixtion lacaniana.


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Immixtion: La mezcla imposible de separar.


Hay encuentros que nos cambian para siempre, pero no porque recibamos algo del otro sino porque ya no podemos distinguir qué era nuestro y qué era suyo. Como cuando mezclamos ketchup con mayonesa para hacer salsa golf: una vez combinados, resulta imposible separar los ingredientes originales. Lacan llamó immixtion a esta mezcla irreversible que se produce en la transferencia, donde analista y analizante se confunden hasta el punto de no saber quién dijo qué (Peusner, 2006, p. 33).


La paradoja fundamental es que cuanto más profundo es el análisis, menos clara se vuelve la frontera entre las dos personas presentes. Freud "olvidó" que había regalado un caballo de madera al pequeño Hans, y nueve meses después el niño desarrolló una fobia a los caballos. ¿Quién eligió al caballo como significante de la transferencia? ¿Fue casualidad o resultado de una mezcla que operaba más allá de la conciencia de ambos participantes?


Peusner (2006) señala que la transferencia "coincide con la desaparición de las personas en la sesión analítica" (p. 153). La immixtion no es confusión sino estructura: analista y analizante funcionan como nodos de una misma red significante. Cuando emerge algo nuevo en el discurso, ya no importa de qué boca salió porque pertenece al espacio intermedio creado por el encuentro. Las mejores interpretaciones sorprenden por igual a quien las formula y a quien las recibe.


Esta mezcla irreversible explica por qué ciertos análisis nos marcan más que otros, por qué algunos pacientes habitan nuestros sueños décadas después del alta. No se trata de contaminación sino de immixtion: hemos quedado mezclados en una red de significantes que ya no nos pertenece completamente. El inconsciente opera como estructura transindividual donde las posiciones subjetivas se entrelazan sin posibilidad de desmontaje posterior.


La experiencia analítica nos enseña que los encuentros auténticos no nos enriquecen sino que nos transforman: ya no somos quienes éramos antes de esa mezcla particular. La immixtion es la prueba de que algo real ocurrió en la transferencia, algo que excede la voluntad y la conciencia de los participantes.


Referencias


Peusner, P. (2006). Fundamentos de la clínica psicoanalítica lacaniana con niños: De la interpretación a la transferencia. Letra Viva.


Psicoterapia
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