La esencia del cuidado
- Admin
- 21 sept 2024
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 14 nov 2024

El verdadero cuidado se arraiga en la presencia, una conexión profunda que trasciende la mera proximidad física. Se trata de estar plenamente comprometido con otra persona, sintonizando con sus necesidades, pensamientos y emociones. Esta presencia se manifiesta en la escucha atenta y el diálogo significativo, donde las palabras no solo se oyen, sino que se comprenden profundamente.
El poder sanador de tal presencia radica en su aceptación incondicional. Cuando estamos verdaderamente presentes para alguien, validamos su existencia y experiencias sin juzgar. Esto crea un espacio seguro donde las personas se sienten vistas, escuchadas y valoradas por quienes son, no por quienes otros piensan que deberían ser.
Al animar a otros a tomar en serio sus vidas, los empoderamos para que abracen su propio camino. Esta forma de cuidado no busca arreglar o cambiar, sino más bien apoyar y nutrir. Reconoce el valor inherente y el potencial dentro de cada persona, fomentando la autorreflexión, el crecimiento y una conexión con la verdad singular de los deseos de cada uno.
Para profundizar Nouwen, H. J. M. (1974). Out of solitude. Ava Maria Press.
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