El arte de la pausa
- Admin
- 21 sept 2024
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La experiencia analítica revela una paradoja temporal: mientras la cultura digital intensifica la velocidad, paraliza simultáneamente nuestra capacidad reflexiva. El sujeto contemporáneo, hiperconectado pero progresivanente aislado, acumula interacciones superficiales como defensa contra la angustia del encuentro genuino. La pausa psicoanalítica no representa mera técnica terapéutica, sino acto subversivo: habitar el silencio en un mundo que criminaliza la demora.
La clínica confronta un síntoma recurrente: bajo la fachada de hiperproductividad subyace un empobrecimiento simbólico. Como un motor sobrecalentado, la mente digital procesa información sin transformarla en experiencia significativa. La inmediatez funciona como barrera protectora: responder instantáneamente evita la incomodidad de habitar preguntas sin respuestas inmediatas.
El malestar contemporáneo se manifiesta como disponibilidad perpetua: sujetos convertidos en terminales humanas, procesando demandas sin filtro subjetivo. La verdadera libertad surge precisamente donde ejercemos el derecho a desconectarnos, creando espacios donde el pensamiento respira más allá de la utilidad mercantil.
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