La risa como insurgencia
- Admin
- 13 ene
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La risa verdadera no es simplemente una válvula de escape emocional, como nos quiere hacer creer la industria del entretenimiento. Es un acontecimiento que sacude los cimientos mismos de nuestra construcción subjetiva. En ese instante de pérdida de control, cuando la risa nos posee, algo de nuestras certezas más arraigadas se tambalea. El yo racional, ese que creemos gobernar, se revela en su precariedad.
Este momento de insurgencia corporal contra nuestras defensas habituales tiene algo de revelador: nos muestra que no somos quienes creemos ser. La risa auténtica rompe con la ilusión de autocontrol, con la fantasía de coherencia que sostiene nuestra imagen. Es un recordatorio involuntario de que hay algo en nosotros que escapa a nuestro dominio, que se rebela contra nuestros intentos de mantener una fachada de seriedad y control.
Por eso la risa verdadera tiene algo de revolucionario: no solo desafía el orden social establecido, sino que subvierte nuestro propio orden interno. En ese instante de abandono al goce de la risa, somos momentáneamente liberados de la tiranía de nuestras identificaciones, de nuestros roles asumidos, de nuestras máscaras cotidianas.
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