La pausa subversiva.
- Psicotepec

- 22 oct
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El descanso productivo agota más que el trabajo. El psicoanálisis propone la pausa subversiva: detenerse sin justificación económica.

La pausa subversiva.
Nuestra época convirtió el descanso en combustible: dormimos para producir, vacacionamos para rendir mejor. El domingo existe para que el lunes sea tolerable. Esta lógica perversa transformó incluso el ocio en productividad diferida. Paradójicamente, mientras más descansamos "eficientemente", más agotados estamos.
El psicoanálisis propone algo radical: la pausa sin propósito productivo. No el descanso que restaura la máquina laboral, sino la suspensión que interroga el automatismo. “¿Para qué hago lo que hago?” desarma la cadena compulsiva del hacer sin pensar. Esa pregunta abre grietas en el discurso capitalista que nos habita.
La clínica contemporánea recibe sujetos exhaustos por rendir, no por vivir. El síntoma moderno no es ya la neurosis clásica, sino el vaciamiento del deseo bajo toneladas de eficiencia. Solo del pensamiento auténtico surge un propósito genuino. La pausa analítica es subversiva: detenerse para escuchar lo que el ruido productivo silencia.




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