El intervalo significante
- Admin
- 2 feb
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El trabajo analítico nos muestra una verdad paradójica: el sujeto no es una sustancia que preexiste al lenguaje, sino el efecto mismo que emerge en el juego de los significantes. No somos la causa de nuestro decir, sino su consecuencia: aparecemos como ese destello fugaz que surge cuando un significante se articula con otro, en ese espacio intersticial donde el sentido se produce.
La subjetividad no reside en ningún punto fijo ni en ninguna esencia estable: es ese movimiento perpetuo que se desliza entre las palabras, esa ausencia productiva que permite que los significantes se encadenen y produzcan efectos de sentido. Como una sombra que solo existe entre los objetos que la proyectan, el sujeto emerge en el intervalo entre significantes.
Lo que llamamos "yo" es apenas el intento de dar consistencia a este juego elusivo de representaciones. El verdadero sujeto no es el que habla, sino el que es hablado en la cadena significante, el que aparece como un efecto de sentido entre las palabras que lo nombran y lo constituyen sin jamás poder capturarlo por completo.
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