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La religión como proximidad imposible

  • Foto del escritor: Admin
    Admin
  • 24 mar
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 24 abr

Buscamos experiencias religiosas que nos conecten con "todo", mientras evitamos una auténtica religación: una respuesta concreta ante la alteridad que ninguna práctica espiritual domestica.



La verdadera relación con lo sagrado no se basa en una fusión mística ni en la disolución del yo en una totalidad superior. Su paradoja está en mantener una separación radical mientras establece una conexión auténtica. Nuestras tradiciones religiosas principales han malinterpretado esta tensión esencial: confunden comunión con absorción, trascendencia con la pérdida de la singularidad, y encuentro con la disolución de los límites. Buscamos experiencias que nos liberen de nuestra separación existencial sin entender que precisamente esa separación permite una relación genuina con lo otro, que ningún ritual puede neutralizar.


La historia del pensamiento religioso ha oscilado entre dos extremos igualmente problemáticos: panteísmos que disuelven las diferencias en una unidad sin distinciones, donde nada permanece verdaderamente exterior, y teísmos que crean distancias insalvables, imposibilitando el encuentro transformador. Ambos extremos traicionan la estructura esencial que Levinas (2002) identifica: relación sin relativización, proximidad sin fusión, intimidad sin identidad. Lo sagrado verdadero no es una experiencia extraordinaria que elimina distancias, sino una relación cotidiana que preserva la alteridad en una conexión más profunda: un milagro ético que ninguna teología puede explicar completamente.


Nuestra espiritualidad actual refleja esta confusión básica: acumulamos experiencias místicas que prometen trascendencia mientras evitamos responsabilidades concretas hacia personas específicas; practicamos meditaciones que expanden nuestra conciencia mientras ignoramos los sufrimientos particulares; construimos comunidades religiosas basadas en afinidades comunes mientras excluimos a los que son diferentes. Proliferan los retiros espirituales, las ceremonias psicodélicas, las prácticas contemplativas, todos prometiendo conexión sin compromiso, trascendencia sin responsabilidad, transformación sin vulnerabilidad real ante otro concreto que interrumpe nuestra autonomía espiritual.


Referencias

Levinas, E. (2002). Totalidad e infinito: Ensayo sobre la exterioridad. (A. Leyte, Trad.). Sígueme. (Trabajo original publicado en 1961).

 
 
 

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