top of page

Capitalismo y deseo: La ingeniería social del plus-de-goce

  • Foto del escritor: Admin
    Admin
  • 23 abr
  • 1 Min. de lectura

El capitalismo no manipula nuestros deseos: simplemente instala escaparates estratégicos frente a nuestros vacíos más íntimos. Nosotros hacemos el resto.



El capitalismo tardío ha perfeccionado la alquimia de transformar objetos materiales en promesas de plenitud. Cada nuevo dispositivo, cada vacación instagrameable, cada actualización de estatus se presenta como el objeto definitivo que colmará finalmente el vacío. Pero el sistema requiere precisamente que ningún objeto cumpla realmente esta promesa; necesita que cada satisfacción revele inmediatamente su insuficiencia. El smartphone recién adquirido pierde su brillo en el momento exacto en que se anuncia el siguiente modelo, reproduciendo en escala social la misma economía insatisfecha que estructura nuestro deseo inconsciente.


La paradoja central es que este sistema no nos engaña contra nuestra voluntad sino con nuestra complicidad activa. Sabemos perfectamente que el próximo objeto tampoco nos completará, pero actuamos como si lo ignoráramos. Este "como si" constituye precisamente la ideología en su forma más pura: no un engaño sobre la realidad sino sobre nuestro propio deseo. Continuamos comprando, no porque creamos realmente en la promesa, sino porque el ritual mismo del consumo produce un excedente de satisfacción en la renovación perpetua de la esperanza.


El analizante contemporáneo aparece frecuentemente atrapado en esta rueda de hámster del consumo, confundiendo los síntomas de su malestar con problemas de adquisición insuficiente. "Cuando consiga ese ascenso", "cuando encuentre la pareja perfecta", "cuando alcance cierto reconocimiento"—siempre un objeto más que promete falsamente taponar la falta constitutiva. El trabajo clínico consiste precisamente en revelar cómo esta lógica social ha colonizado el espacio más íntimo del deseo, transformando la falta estructural en una serie interminable de objetos concretos permanentemente insuficientes.



 
 
 

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
bottom of page